Canelés


La pastelería francesa es, en mi opinión, la más exquisita del mundo así que hasta Francia nos vamos hoy con esta receta: canelés.

 

Según cuentan, fueron los preferidos de la corte de Luis XIII y, aunque cayeron en el olvido hasta el S.XX, hoy son, sin duda alguna, el pastel de Burdeos por excelencia.

La receta es a base de huevo, azúcar, ron, harina, sal, vainilla y leche y, de manera tradicional, se recomienda hornearlos en moldes de cobre aunque la verdad es que yo los he hecho en moldes de silicona y han quedado fantásticos.


Se puede tomar sólo, de aperitivo o en cualquier momento de la jornada; puede ser servido como postre con una crema inglesa o con una bola de helado y puede ser consumido tanto templado como frío.


Soportan perfectamente la congelación una vez horneados y, para apreciar todo el sabor y la textura, aconsejan recalentar – sin haberlo descongelado – durante 5 minutos en el horno a una temperatura de 240ºC.
Todo ello para conseguir la esencia de un buen canelé: un corazón esponjoso y cremoso bajo una fina capa ligeramente caramelizada.
Toda una delicia.

¡Que paséis una buena semana!

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